LOS DEL GUEBIBAT – Un relato de AHMED CHOUIRDI sobre el Barrio El Guebibat de LARACHE

He de confesar que, tanto Ahmed Chouirdi como Driss Sahraoui, se han convertido en un verdadero hallazgo, de pronto contamos con dos narradores excepcionales sobre el Larache de los últimos casi sesenta años, y eso, además de una suerte es un lujo para nosotros, especialmente para mí al contar con ellos ya como colaboradores habituales del blog.

Hoy toca otro de Chouirdi. Si <Ain Chakka> me pareció bueno, su elaborado relato del Barrio de El Guebibat, muy atinadamente titulado <Los del Guebibat>, me parece excepcional. Y digo que excepcional por la manera en que relata y por el rico entramado que cose entre los recuerdos de calles, familias y personajes, y, además, todo sazonado por esa pátina de respeto, añoranza y nostalgia por esa convivencia entre las tres culturas que en Larache fue tan especial.

Llamo la atención sobre las anécdotas de los personajes cuando eran niños, de esos otros que aparecen mientras los recitadores regalan sus cuentos a voz en grito –no tienen precio los retratos humanos que Chouirdi hace de quienes actuaban en el Zoco Chico-, ni tampoco otros detalles aparentemente menores que, a los que somos de allí, nos hacen revivir y recordar nuestra infancia, seamos de la generación que seamos, porque todo se repite cíclicamente en el tiempo en las calles de Larache…

No sé por qué hago una introducción tan extensa cuando lo que de veras merece la pena ser leído es lo que viene a continuación… Que disfrutéis con los del Guebibat…

Sergio Barce, noviembre 2012

Ahmed Chouirdi

Ahmed Chouirdi

LOS DEL GUEBIBAT

por Ahmed Chouirdi

El famoso barrio Lagbibat llevaba a lo largo del tiempo otros dos nombres: Calle Hospital, debido a su proximidad al antiguo hospital civil y Calle Gran Vizir Sidi Ahmed Ganmia, en relación con el segundo Gran Vizir (como Primer Ministro actual) del khalifa Moulay el Hassan Ben Mehdi, representante del Sultán en el Norte de Marruecos y que siguió al primer Gran Vizir Mohammed Ben Azouz en el año 1931.

El Guebibat comienza a partir de la puerta que lleva el mismo nombre, donde se conecta con el Zoco Chico y desciende hasta el antiguo Hospital civil. Este barrio, con Alcazaba, Zoco Chico y Laghrisa forman el núcleo de la amurallada antigua medina.    

El Guebibat se compone de una estrecha calle principal, de un laberinto de callejones, algunos sin salida, y de varias hileras de casas, generalmente con un piso o dos, y de pequeñas tiendas con muros gruesos, vestidos de blanco y azul.

En este relato, daremos un ligero paseo tomando como punto de partida Bab Guebibat. Bajaremos hacia el antiguo hospital civil. Luego subiremos de nuevo a la izquierda hasta llegar al punto de partida, haciendo un breve censo de familias que ocuparon dicho barrio durante una etapa que se extiende, aproximadamente, entre 1950 y 1965.

A la izquierda de Bab El Guebibat se encontraba el Fondak Jeljou o Medrasa, que contaba con un amplio patio y dos pisos, que era un internado destinado a los alumnos del Instituto Religioso de Larache. Los residentes de dicha Medrasa eran, generalmente, jóvenes altos, robustos de tez blanca, vestidos de chilabas de lana o de terciopelo y tarbouch rojo. Eran alumnos descendientes de zonas rurales del Rif y de Jebala, donde traían los víveres y los almacenaban para un cierto tiempo. Me acuerdo bien que habían participado en las manifestaciones del año 1956 en Larache, colgando al revés una foto de tamaño grande representando al Bajá de Larache Raisuni, con los ojos agujereados, sobre la pared de la puerta de la medina, junto a otras publicaciones de diferentes organizaciones como «la mano negra».

Entrando por dicha puerta, encontrábamos directamente, y a la izquierda, la tienda de los sabrosos pinchitos del Sr. Nakmouch. Después, y siempre a la izquierda, viene un callejón sin salida, donde vivía la familia Douay, cuyo hijo Doctor en filosofia Abderrezak, era uno de mis mejores amigos de infancia. Dicha familia se habia mudado a Casablanca durante los primeros años de la independencia. Después viene una hilera de peluquerías, cuyos propietarios «lemaallemin» se ocupaban esencialmente de cortar la barba y el pelo a cero a los clientes, generalmente adultos. También practicaban la circoncisión a los niños musulmanes. Se ofrecía también en aquellos locales otro servicio de carácter ‘sanitario’ que consistía en practicar las ventosas por escarificaciones, succión y escape de sangre de la nuca, para eliminar «la sangre perjudicial» o para bajar la tensión arterial. Este proceso, llamado alhijama, fue utilizado en la medicina árabe durante miles de años para curar innombrables enfermedades.

Bab Lagbibat - foto tomada del Blog de Houssam Kelai

Bab Lagbibat – foto tomada del Blog de Houssam Kelai

Después venía la casa de la familia Hayani, Mohamed y Dris, el practicante. Viene después una serie de tiendas: una de ellas pertenecía al Amri, que reparaba radios, la casa de la familia Benhayun y la tienda de Ben Hsain, zapatero de babuchas. Pasando a la izquierda, encontramos otro callejón transversal llamado Hawma Fokia (Barrio de arriba) donde se encontraban varias casas, entre ellas la casa de la familia del célebre pintor Jebari, al que sus amigos llamaban Pancho, y la casa de Hasnaui. Saliendo de dicho callejón, y yendo un poco más abajo, se encontraba una pequeña vivienda  de la judía Aicha, que vivía sola y que gozaba de una gran popularidad en el seno de las familias musulmanas.

Barrià Laguebibat, cerca de la puerta. Las antiguas peluquerías  están a la izquierda de la foto.

Barrià Laguebibat, cerca de la puerta. Las antiguas peluquerías están a la izquierda de la foto.

Seguido se encontraba la antigua casa de Bosaboun, la de la familia Hamama, el que trabajaba en La Draga; después se encontraba la casa de la familia Jalifa, cuyo hijo, el comandante Mustafa, participó en la primera promoción de los estudiantes de la Escuela Militar de Toledo, en la época del  Rey Mohamed V. Más abajo viene la antigua casa de la familia de mi amigo de infancia Mojtar Kelai, padre de Husám. En frente, y al lado de la casa de Ahmed Ben Charki, se encuentra el morabito Sidi Mohamed Cherif. Este santo era símbolo de tolerancia y de convivencia entre musulmanes y hebreos. Poseía dos mestabas, una a la derecha y la otra a la izquierda, pintadas con cal de color añil. Mientras que una mujer hebrea enciende una vela en la parte izquieda dentro del morabito, otra mujer musulmana enciende otra vela en la parte derecha, o viceversa. No se sabía exactamente a quién pertenecía este Santo. Los judíos dicen que se trata de la tumba del Sadik (justo) judío de la ciudad Rebí Yusef Hagalili (José el Galileo) (Ref. Dr. JOSE EDERY BENCHLUCH). Los musulmanes afirman que la tumba pertenece a un Moujahid que luchó contra la invasión ibérica.

Morabito Sidi Mohamed Cherif (foto de Chouirdi, Septiembre 2012)

Morabito Sidi Mohamed  Cherif (foto de Chouirdi, Septiembre 2012)

Un poco más abajo se hallaba la casa de Benchakra, marido de una mujer española y padre de Mehdi. En el fondo del barrio, y a la derecha, se encuentraban varias casas en ruinas, debido probablemente a un deslizamiento de terreno causado por las aguas que vertió La Draga durante mucho tiempo en la parte posterior de aquellas casas que daban por detrás a la otra banda.

Barrio del Guebibat (foto de Chouirdi,  sept 2012)

Barrio del Guebibat (foto de Chouirdi, sept 2012)

La draga, como se sabe, se ocupaba de limpiar el fondo de la desembocadura del rio, excavando y aspirando los sedimentos detriticos transportados por el río Lukus, para que éste sea navegable. Luego se comunicaba con una serie de grandes tubos, para vertir su contenido detrás de muchas casas situadas en el fondo del Guebibat, sobre la parte Sur de la orilla del río, que se extendía desde la Zaouia Naceria hasta más allá de la huerta de la familia Jalea, formando así un gran lago de agua y barro. Muchas gaviotas surcaban el cielo de aquel lugar. Algunos niños del Guebibat y los de Baba Labhar pescaban anguilas en dicho agua. Otros recogían el barro para modelar bustos y estatuas humanas o de animales. Uno de aquellos niños, llamado Mesbahi, hermano de mi amigo Taieb, se convirtió con el tiempo en un célebre  escultor.

Dando la vuelta a la izquierda, en dirección del hospital, encontramos un pequeño callejón donde se hallaba  la casa del Sumati, un hombre de baja estatura y muy gracioso que formaba parte de la banda de música de Larache, como gaitero. Más adelante, y en breve, viene una fuente, donde muchas mujeres llenaban sus cubos con agua para venderlos a las casas que no disponían de agua potable. Después viene el antiguo Hospital Civil, y ya estamos en la parte baja del Balcón del Atlàntico, donde se ubica también el dispensario del barrio. En este lugar, el Guebibat asoma al océano, cuya brisa se siente y se respira.

Barrio del Guebibat (foto de Chouirdi,  sept 2012)

Barrio del Guebibat (foto de Chouirdi, sept 2012)

Dando la vuelta, y subiendo arriba, en la calle Guebibat encontramos, a la izquierda, la casa de la familia de Ben Hsain. El abuelo salía al amanecer montado sobre su burro en dirección de su huerta y no volvía hasta que el sol se pone, como lo hacían muchos larachenses de antaño, possedores de huertas en las regiones de Sidi Waddar y de la granja. Viene después una tienda tradicional de confección de jellabas a berchmane y un carpintero. Subiendo siempre, y a la izquierda, llegamos al callejón sin salida Derb Seguiar, en nombre de mi abuelo materno el Kaid Mohamed Seguiar, donde poseia tres casas: una donde vivía mi tío Abdeslam Seguiar con sus hijos, Abdelmajid, actual Dr. en filosofia, Abdehadi y Abdellatif, y la otra, la nuestra (con mis hermanos Mohamed Zineb, Rabea, Otman, Hassan, Asma, Mustafa y Mennana), situada junto a la gran casa de la familia Bendayan (cuyos hijos  son David, Amràn, Isaac, Sol, Flora y Messodi) que está en ruinas debido probablemente al fenómeno citado arriba, y la tercera la de mi tío Larbi, cerca de Dar Bensar. Me acuerdo bien que la familia Asili vivió un cierto tiempo en aquel callejón. También estaba la casa de los hermanos El Ghazi, la de mi amigo íntimo de infancia Abdeslam Zoubair, cuyos hermanos son Mohamed, Dris y Mennana. Viene después la de los Chugrani y los Wazzani, con Amina, Habiba, Bachir… Quitando este callejón, y subiendo por la izquierda en la calle principal, encontrábamos la casa de una anciana mujer española muy simpática, que se llamaba Jinita y que vivía también  sola. Más arriba se encuentra la Escuela Corànica de Lafkih Zouien, después viene la tienda de Loghmari, un hombre cojo con barba larga que confeccionaba babuchas. Viene después la casa del Mokaddem del barrio  Si Benabdelkader. Seguido, y siempre a la izquierda, se encuentra otro callejón  que se extiende hasta Bab Labhar «la puerta del mar». Entrando en este callejón, encontrábamos el horno del barrio, que se encargaba de satisfacer las necesidades de la población de aquel espacio, cociendo pan, pasteles, tagra (recipiente de barro cocido con pescado dentro) y hasta boniato. Los mozos de aquel horno se encargaban del servicio a domicilio, transportando el pan en una plancha de madera sobre la cabeza, contra un cacho. Màs adelante, se hallaba la casa de la familia del Kaid Said, con sus hijos Abdelkader, Amina la psiquiatra y Zineb, escritora arabophone. A la derecha, se encontraba la casa de la familia Bakali, cuyos hijos son Ahmed, Abdenbi y una hermana, que no me acuerdo de su nombre. La madre trabajaba en el Hotel España. Seguido viene la adoquinada escalera que lleva a Bab Labhar, donde se hallaba la casa de la familia del practicante Haj Moumen, conocido por el seudónimo El Haj Touil (largo), debido a su estatura alta, con sus dos hijos: uno veterinario, Abdelaziz, y una médico. Viene después la familia de los Khalea, con sus tres hijos: Abdelkader, Mustafa y Amina; esta última es profesora de español en Rabat. Seguido viene la casa de los Trabelsi. En el final de este callejón, cerca de Bab Labhar, vivían algunos españoles de situación socioeconómica desfavorable. Dando la vuelta, y volviendo a la calle principal, encontrábamos varias tiendas, una de ellas la del Serguini. Después, y subiendo a la izquierda siempre, viene el callejón Almotamit Ben Abbad, Rey de Sevilla, que lleva a la Zauia Mesbahiya. Más arriba viene otro callejón sin salida, donde vivía la familia Benzerruk; viene después la peluquería de Zeggat, donde solía sentarse el padre del profesor Mustafa Douay y abuelo de Abdelilah y de Abdessamad; dos tiendas de susis, un restaurante moruno y así llegamos al lugar de partida, Bab Laguebibat.

Placa coronando la calle Almotamit Ben Abbad, Rey de Sevilla (foto de Chouirdi - sept 2012)

Placa coronando la calle Almotamit Ben Abbad, Rey de Sevilla (foto de Chouirdi – sept 2012)

A veces te encontrabas con mercadillos en la calle principal o en callejuelas, sobre todo vendedores de hiervabuena, pan, frutas y verduras.

madroño

madroño

Los niños, y también las niñas, vendían algunas frutas y tallos exóticos, como los frutos de azufarfa o n’beg, madroño o bukhanno, tallos comestibles de lhachluch, Yommej, piña, bellotas, garbanzos molidos con azúcar (sfuf), patatas, etc…

yammekh

yammekh

Los vendedores ambulantes recorrian frecuentemente la calle del guebibat, anunciando sus mercancias con un determinado grito o con un pregón que  posee una connotación musical. De aquellos vendedores, recuerdo a los siguientes: un hebreo vestido de chilaba corta gritaba en árabe: ¡Li Hando belgha balia lbeh! ¡li hando sebbat bali lbeh! (!se compra babuchas y zapatos usados!); otro hebreo, llevando una cesta en la mano, gritaba: !ha lmchati, ha sabunat, ha rriha! (¡peines ! ¡pastillas de jabon! ¡perfumes!).

azufarfa (nbeg)

azufarfa (nbeg)

El desfile de los vendedores se sucede con otro apuesto voceador, que gritaba modelando: ¡botella vacía! Otro musulmán, llevando en la mano materiales de sutura, gritaba con voz aguda: ¡colchoneroooo! Después –o antes– viene el soldador marroqui, alto, con bigotes, reclamando: ¡alkuii berrad, kui sajjan kui cafetera! (¡se suda teteras, cafeteras!). Se presentaba también ¡el  lecherooooo!  con sus numerosas cabras dispuestas a ofrecer su leche fresca «in situ». Había hasta vendedores de tierra (tafezza) especial para sacar brillo a los utensilios de cobre. Mucha veces no era necesario tener dinero para comprar porque las transacciones se hacían cambiando cosas por otras. Por ejemplo, cambiando antigua ropa por utensilios de cocina en plástico.

tallos de  hachluj

tallos de hachluj

Por la noche también veíamos la silueta de un hombre bien abrigado, caminando despacio y llevando una especie de lanza en la mano, que gritaba: ¡¡SERENOOOO!!

Frecuentemente, los tercios reclutas circulaban por la calle del guebibat, buscando a Fàtima(s), prostitutas que vivían -en escondite- en pequeñas casas esparcidas entre los callejones del barrio.

Ahmed Chouirdi, con pantalón corto, y su amigo Filali, en la Plaza de España. (Foto tomado con cámara de cajón con trípode)

Ahmed Chouirdi, con pantalón corto, y su amigo Filali, en la Plaza de España. (Foto tomado con cámara de cajón con trípode)

Los niños del Guebibat solían jugar mucho. Teníamos muchos pasatiempos y diversiones. Coleccionábamos programas o carteleras del cine, cuadernos o cuentos, como solíamos nombrarlos, como El Inspector Dan, El Pequeño Sheriff, Rodeo, Hazañas Bélicas, Roberto Alcázar y Pedrin, DDT, Pulgarcito, Jaimito, Cuentos de Hadas, de Walt Disney… Estos cuadernos difundían valores supremos, fomentaban buenos hábitos, implícitos en escenas de humor, cuyos protagonistas eran el reporter Tribulete, que en todas partes se mete, Doña Urraca, Don Berrinche, Gordito Relleno, Carpanta, Las Hermanas Gilda, Don Pio, Josechu el Vasco, Carioco, Angel Sí Señor… Jugábamos con bolas de vidrio o de mármol, con trompos, chapas, estampas de los ases del fútbol español, comprábamos sobres sorpresa, el famoso semanario La Codorniz…

También jugábamos al aro, sobre todo en periodos de Ramadán, en el espacio del Mechuar, cerca de la Comandancia. Este juego consiste en rodar el aro por el suelo ayudándose de una vara de metal, la cuál, uno de sus extremos, tiene forma de arco para sujetar dicho aro.

Hasta las niñas del Guebibat salían a la calle para jugar, llevando un pañuelo en la cabeza, mientras que las jovencitas se vestían de chilabas con la cabeza cubierta por el capuchón. Las nenas jugaban con muñecas de caña, con muñecas de papel recortables, piedrecitas, saltaban a la cuerda cantando  en español, utilizando palabras un poco deformadas: El cocherito leré / No me dijo anoche leré / Que si quería leré… O se cogían de la mano, formando un círculo y cantaban: Quisiera ser alta como la luna ¡ay! ¡ay! como la luna, como la luna… Para ver los soldados de Cataluña ¡ay! ¡ay!, de Cataluña, de Cataluña…                          

Muchas veces oí a mis hermanas cantando dentro de mi casa: El patio de mi casa es particular, cuando llueve se moja como los demás… Siempre hubo niños y niñas dispuestos a divertirse.

Las mujeres del Guebibat atravesaban los callejones escondidas en el haik, viendo su entorno con un solo ojo.

Antonio Molina en el Restaurante EL POZO, Café Central, 3 Nov 1958. El hermano de Ahmed Chouirdi aparece el primero a la izquierda, con gafas. A la derecha está El Hamdouchi, padre del campeón de Marruecos de ajedrez. Foto Salvador.

Antonio Molina en el Restaurante EL POZO, del Café Central, Larache – 3 de Noviembre de 1958. El hermano de Ahmed Chouirdi aparece el primero a la izquierda, con gafas. A la derecha está El Hamdouchi, padre del campeón de Marruecos de ajedrez. Foto Salvador.

Nuestro espacio de diversión no se limitaba al Guebibat. De vez en cuando íbamos por la tarde al Balcón del Atlántico para molestar a los enamorados o para jugar a la pelota. A veces encontrábamos al hijo minusválido del Dr. Mayor cerca de su casa, quien nos invitaba a jugar con él.

Otras veces íbamos al Zoco Chico para meternos dentro de los círculos humanos «el halka» y escuchar a los recitadores populares que relataban aventuras y consignaban oralmente actos heróicos y hechos legendarios de diversos personajes o acontecimientos de palacios, con gran habilidad y una larga experiencia en el arte de la narración. Los más destacados de aquellos héroes citados eran «el de los dos cuernos» y «Seif Ben Di Yazan». Había también en dicho espacio comercial y cultural otros que recitaban poesías o prosas en árabe vulgar, tocando un instrumento de música (el guembri) o el pandero (el bendir).

Zoco Chico de Larache - foto de Chouirdi, 2011

Zoco Chico de Larache – foto de Chouirdi, 2011

También íbamos a dicho zoco para admirar diversos espectáculos: el que bebía agua hervida, el que pisaba con pies descalzos sobre trozos de vidrio, el que se ponía sobre la lengua la punta de una barra de hierro muy caliente y enrojecida, los acróbatas susis de Sidi Hmado Musa, el sketch cómico de Halima Laauira, una mujer ciega y rellena que dialogaba con su hijo, etc…  Había hasta españoles. Me acuerdo de uno de ellos que pedía a su mujer, que tenía los ojos vendados con una tela negra, a describir el aspecto físico o vestimentario de algunos de los presentes. Nosotros nos enterábamos de que en el cambio de las frases interrogativas que utilizaba el marido se encontraban implícitamente las respuestas. Pero a nosotros lo que nos divertía más era el comportamiento de algunos hombres semi dormidos que escuchaban a los recitadores que utilizaban libros muy antiguos, de color amarillento, o a aquellos que se metían detrás de las mujeres espectadores…

Padre de Ahmed Chouirdi. Resguardo de Aduanas. Larache

Padre de Ahmed Chouirdi. Resguardo de Aduanas. Larache

La mayoría de los del Guebibat estudiaron el primario en la Escuela Moulay Abdeslam, cerca del puerto. Pocos eran estudiantes de la escuela francesa o de la escuela libre Ahliya del zoco chico. La escuela Moulay Abdeslam fue presidida por dos directores, uno musulmán, Si Taieb Sebti, antiguo alumno de la Universidad al Karawiyin de Fez y padre del pintor Rachid, y el otro, el español, Don Pedro, que dominaba perfectamente el árabe. En esta escuela, aprendimos a leer, escibir y contar. También recitábamos de memoria las provincias de España, sus ríos, sus cordilleras, las figuras españolas más destacadas… antes de saber casi nada sobre Marruecos. Debemos rendir, con este motivo, un justo homenaje a los docentes de esta escuela que nos nutrieron y robustecieron nuestros primeros conocimientos con las sabias enseñanzas, impartidas años atrás cuando cursamos la instrucción primaria y principalmente al maestro español Don Antonio Bravo, al maestro Don Sellam Yanin, padre de Mustafa y de Mohamed, al profesor Mustafa Douay, padre de Abdelilah y de Abdessamad, y a muchos otros.

En la playa de la otra banda. Chouirdi, el  segundo a la derecha en la ultima fila. Foto Casa Samot, Larache

En la playa de la otra banda. Chouirdi, el segundo a la derecha en la ultima fila. Foto Casa Samot, Larache

El 23 de Abril, conmemorábamos La Fiesta del Libro, en el Salón de Actos de la escuela, presentando exposiciones sobre la biografía del inmortal autor del Quijote, Miguel de Cervantes Saavedra, delante de los demás alumnos y maestros. Me acuerdo que una vez recibí como galardón un libro sobre Ibn Batuta, la novela Hector Servadak de Julio Verne y el libro <Cien Figuras Españolas>. 

Los de Larache de antaño (11 - 08 - 1956. (Con motivo de la espedida del Gobernador de  Larache  El Meknasi)  De izquierda a derecha, primera fila : Bellefkih, Piro, Amiar,  Mrini,  Chouirdi, Abdelmalek el Harrak,   Lamzouri y Demga. Segunda fila : Ben mussa,  ( ?),  Hommàn ludiyi, ( ?),  Lamaallem Jilai . Detràs de éste ultimo està Dris Jebari .

Los de Larache de antaño. 11 de agosto de 1956. Con motivo de la despedida del Gobernador de Larache El Meknasi. De izquierda a derecha, primera fila: Bellefkih, Piro, Amiar, Mrini, Chouirdi, Abdelmalek el Harrak, Lamzouri y Demga. Segunda fila: Ben Mussa, (?), Hommàn ludiyi, (?), Lamaallem Jilai. Detràs de este último está Dris Jebari.

Los del Guebibat celebraban la fiesta de Achora, el día 10 de Moharram, primer mes del año en el calendario de la Hégira (coincide este año con el sábado 24 de Noviembre 2012). Las niñas con las manos pintadan con el henna, cantaban con voz aguda, tocando instrumentos como derbugas, panderos, Tamtam; mientras que los niños andaban en bandas por las calles, algunos con sus regalos made in china, otros llamaban a las puertas de las casas, pidiendo su dote (hak Achura) o se divertían rociando con agua del bush (recipiente de barro seco) a la gente que pasa.

También era el día de un delicioso cuscus, que se elaboraba con el kaddid, carne seca guardada del cordero del Aid Lakbir. Las casas se ambientaban con el bkhour, preciosa mezcla de inciensos para quemar, como el jawi (resina de Jawa -de  Java- y el fasuk -el que deshace los sortilegios-).

Nuestra banda del barrio, presidida por Mustafa Kedama, se dirigia al bosque una semana antes de dicha fiesta para cortar troncos rectos de eucalipto y transportarlos hasta cerca del Hospital Civil y realizar una «chabola» de forma cónica. Los troncos que forman la armadura de dicha chabola, se cubren al exterior con ramas y hojas. En la noche de Achora, se rellena el hueco de la chabola con paja, ramas y hojas, materiales de desecho, y luego se enciende todo. Así se forma una gran hoguera y se comienza a danzar alrededor del intenso fuego, delante de una multitud de «los del Guebibat» donde se oyen los «yuyuuuuus» de las mujeres y el sonido de los petardos. Algunas mujeres tiraban talismanes sobre el fuego. Esta fiesta, en la que se confunden lo carnavalesco con lo cultural, religioso, mitológico y ritual, se terminaba por la noche con la reunión de las familias dentro de la casa y la distribución de frutos secos (dátiles, nueces, higos, almendras, cacahuetes, pasas…) y de juguetes a los chavales.

El emblemático barrio del Guebibat, a pesar de su gloriosa historia, (abarcaba la fortaleza defensiva, el Castillo de San Antonio, o Castillo Annasr, construido por los Saadiines en el siglo XVI, de estilo italiano, y que fue habilitado en 1911 como Hospital Provincial), conoce poco auge. Sus callejones se encuentran actualmente bordados de silencio, pero aún mantiene casi intactos su esencia antigua y su encanto. 

Ahmed Chouirdi

 

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40 pensamientos en “LOS DEL GUEBIBAT – Un relato de AHMED CHOUIRDI sobre el Barrio El Guebibat de LARACHE

  1. ASSILI dice:

    ESTIMADO CHOUIRDI , ENHORABUENA POR ESTE GRAN TRABAJO , UNA VERDADERA IMAGEN HISTORICA DE NUESTRO BARRIO GUEBIBAT , GRACIAS A TU DETALLADO RELATO ME HAS HECHO REVIVIR MI INFANCIA PASO A PASO . YO ERA INTIMO AMIGO DE TU HERMANO OTMAN Y ME ACUERDO DE TODA TU RESPETADA FAMILIA .
    UN FUERTE ABRAZO Y SIN DEJAR DE AGRADECER A MI APRECIADO SERGIO POR COMPARTIR ESTE MARAVILLOSO RELATO
    CORDIALMENTE
    ASSILI

  2. Abderrazak Douay - Face Book : Abderrazak Douay dice:

    ¡ Un maravilloso relato sobre el barrio de nuestra infancia! Bravo querido Ahmed ,por estos inmensos instantes de nostalgia. ¡ Era para mí el “tiempo recobrado” como decía al escritor francés Marcelo Proust! ¡ Tus escritos nos proporcionan una alegría auténtica! Es un don que nuestros paisanos van aprecian seguramente ! Hasta el próximo entonces !

    • Ahmed Chouirdi dice:

      Muchisimas gracias, amigo Dr. Abderrezak, Me acuerdo bién que tu te encargabas de comprar aquellas pelotas de goma con matriz a cinco duros y nos invitabas a jugar en el campo de los barriles, cerca del puerto… Que recuerdos tan maravillosos !!
      UN FUERTE ABRAZO

  3. Ahmed Chouirdi dice:

    Muchas gracias, amigo Assili. para mi es un gràn placer de relatar recuerdos que habiamos convivido juntos. Yo también me acuerdo bien de tu amable familia que vivia en el mismi callejon,
    Un fuerte abrazo

  4. Driss Sahraoui dice:

    Te felicito Si Ahmed por este magnifico reportage, sobre el GUEBIBAT. Aunque yo no he vivido en este barrio, lo frecuentaba diariamente, al tener que ir a la Escuela Hispano Arabe, ubicada en el fondo de esta calle y formando parte del Castillo San Antonio, teniendo al otro lado el Hospital Civil. Me acuerdo de los personajes que has mencionado, aunque siendo de una generacion anterior a la tuya,, me faltaron los nombres de Hassan El Haydan, que junto a El Amiri, Hassan Barca, Habib Dukali y otros, estudiaron musica en esa misma escuela, con el profesor Don Aurelio, y que murio asesinado en el Palacio de Esjirat en un atentado contra el Rey, siendo Director de la Orquesta Real. Tanto el Haydan como El Amiri nacieron y vivieron en el Guebibat. Y no sabes la alegria que me causo volver a ver en esas fotografias tuyas a tu hermano y amigo mio Si Mohamed, a tu padre p.e.p.d.; al Hamduchi, Yebari t demas..UN SALRAZO, tambien para Sergio.

  5. Ahmed Chouirdi dice:

    Muchas gracias, amigo Driss. Mi relato sobre las familias que vivieron en el Guebibat no es exhaustivo, puesto que habia siempre permanentes cambios en las residencias en dicho barrio. Me acuerdo también de Hassan Barca,era el que tocaba el acordeón . En cuanto al profesor de música y director de la Orquestra Real D. Aurelio , creo que era el hijo, puesto que el padre era mayor de edad y que nos daba clases de música (solfeo) por la tarde, en un cierto tiempo, en la Escuela Moulay Abdeslam, citada en mi relato..
    Un fuerte abrazo

  6. adela manso osuna dice:

    Fantastico relato el del señor Chouirdi. Aunque yo no frecuentaba esa zona, era muy cria y no me atrevia, siempre que nos internabamos por la zona del zoco chico, lo hacia acompañada por algun mayor, a mi me daba miedo perderme por sus callejuelas, aunque si me sentia atraida.
    Me agrada que haga mencion al restaurante el Pozo a traves de la fotografia de Antonio Molina, por ser buen amigo de mi abuelo, al que siempre acudia a contemplar su espectaculo al teatro España en el nº 1 de la primera fila del lado izquierdo del patio de butacas, disfrutaba enormemente.
    Realmente, mi abuelo estaba abonado en esa misma localidad a cualquier espectaculo que hubiese en el Teatro España.
    Gracias por ese paseo tan estupendo por lo mas tipico de nuestro pueblo

    • Ahmed Chouirdi dice:

      Muchas gracias a ti, Sra. Adela. Yo no pienso que habia una causa para tener miedo de frecuentar dicha zona de convivencia total entre familias de las tres religiones.
      Un cordial saludo

  7. adela manso osuna dice:

    Sergio, sigues dandonos sorpresas estupendas a traves de este blog, no lo dejes mientras sigas teniendo tantas cosas que ofrecernos.
    Tengo que comentarte que Carlos Nieto, logró, no se si a traves tuyo, enviarme un correo. Le he contestado a mi vez dos veces, pero me da la impresion que no le han llegado, por no haber recibido ninguna respuesta.
    ¿Serias tan amable de mandarme su correo para compararlo con el mio por si no lo tuviera correctamente?
    Me gustaria que supiese que le he contestado y que he reconocido las fotos que me ha mandado.
    Gracias Sergio y un fuerte abrazo

  8. Mohamed Chouirdi Madrid dice:

    Querido tío, seguro que está hciendo pasar momentos muy felices para muchos larachenses, se que tienes mucho que contar…
    Saluda por allí a……. de nuestra parte.

    Mohamed Chouirdi
    Sobrino

  9. Ahmed Chouirdi dice:

    Hola querido sobrino; Sabes, yo también me siento feliz relatando los recuerdos de aquellos tiempos tan maravillosos que habiamos convivido en Larache y deseo que sean compartidos con los paisanos y antiguos amigos de nuestro querido y lindo pueblo. Saludos a tu mujer y a la guapa Rania

  10. amran bendayan dice:

    amigo chouirdi. que alegria haberte leido. soy amran bendayan. vecino tuyo de toda la vida. eres mas joven que yo. tu hermano Si Mohamed creo es de mi edad, igual que hassan,cuyo tio tenia un bakalito,que estaba justo antes de entrar al callejon que daba al horno.- Tambien estaba nuestro amigo abdeslam subair y muchos mas. que tiempos..
    me acuerdo de Zineb tu hermana.y de tus padres. entre tu casa y la mia vivia Piro el practicante, cuyo hijo es fotografo. bueno, no se que decir, me ha emociado saber de MI BARRIO.
    un fuerte abrazo y saludos a tu familia.

    • Ahmed Chouirdi dice:

      Hola amigo Amràn. qué alegria,! No nos hemos visto desde hace màs de treinta años Es verdad, mi hermano Mohamed que nos ha quitado hace años era de tu edad. Me acuerdo muy bien de todos los miembros de tu amable familia y tambien de la gran boda de tu hermana Messody, celebrada en tu casa. El practicante Piro vivia en la casa de mi tio Abdeslam. En cuanto a Hasan, éste era hijo adoptivo de mi tia, cuyo marido Abdellah ( tio de hasan), tenia el bakalito cerca del horno.
      Muchisimas gracias por tus consideraciones y por tu estima y saludos a tu familia,s dobre todo a tu hermano David que es de mi edad

  11. Carlos TESSAINER Y TOMASICH dice:

    Sr, Ahmed Chouirdi: acabo de leer por segunda vez el relato que ha escrito sobre GUEBIBAT. Es de un gran valor, pues de lo contrario, todo lo que usted ha escrito, se perdería para la Historia de nuestro pueblo. Gracias por hacernos partícipes de ella.
    Aunque sus callejones estén «bordados de silencio», como usted bien dice mantienen «su esencia antigua y su encanto». ¡Qué potencial turístico para Larache! Espero que de una vez por todas, algún Gobernador de la provincia o Kaid de la ciudad, se den cuenta de ello. Eso sí, sin DESTRUIRLO, como están haciendo con el «ensanche» construido en época española. Un abrazo de su paisano,
    CARLOS

    • Ahmed Chouirdi dice:

      Sr. Carlos, Le agradezco mucho por su estima, su aprecio y por su gràn interés del futuro de nuestro patrimonio sociocultural que compartimos los de Larache. Es que no tenemos respuestas sobre el porqué de lo que sucede a nuestro pueblo.
      U N ABRAZO
      CHOUIRDI

  12. Fran Morgar dice:

    Al igual que «Las mujeres del Guebibat atravesaban los callejones escondidas en el haik, viendo su entorno con un solo ojo» (sic), el objetivo de la cámara fotográfica, a veces, es insuficiente para llegar al corazón de aquello que observa. Relato como el suyo, Sr. Chouirdi, nos conduce por el laberinto de las calles, nos guía, nos sorprende y aproxima al detalle lo mismo que la emoción recorre la epidermis. Volver a escuchar el sonido las voces ambulantes, los rostros y siluetas de los vecinos, el deletreo de sus nombres, los cánticos y juegos infantiles, el pan recién horneado sobre la tabla de la cabeza del equilibrista y dejando su aroma por la calle… me ha resultado muy interesante y emotivo. Lo mismo que la draga extraía el sedimento del río, su texto nos remueve «los adentros», ese barro originario. Gracias por compartirlo.

  13. Abdeslam Boubel dice:

    Hola Sr. AHMED… Muchas gracias y con cariño . Me hiciste renacer, como si estoy en mi casa de Hauma Fokia ( la familia HAMADIA ). Cerca de la casa Yebari. Como tambien soy amigo de Mohamed Seghiar, y de Megrau ( sordomudo ), que son íntimos amigos. En fin , estoy muy contento con su magnífico relato sobre nuestro querido barrio…. Gracias !

    • Ahmed Chouirdi dice:

      Oh! Lo siento mucho por no haber citado la familia Hammadia, muy conocida en el callejon Hawma foukia. Me acuerdo bien que habiamos ido en una excursion a Sidi Waddar, màs allà de la Granja, en compañia de la Señora Hammadia, su hijo mayor y de un pequeño, que podia ser tiu mismo y también Zhor Rtobia y su hijo Mustafa Janjor que era amigo intimo mio. muchas gracias Abdeslam, por tus nobles consideraciones. Un abrazo.. .

  14. Alfonso Santamaría dice:

    Por lo que puedo observar, los larachenses tenemos unos excelentes cronistas, que nos deleitan con sus estupendos relatos.
    Os agradezco a todos tan encomiable labor y en estas líneas, muy particularmente, este maravilloso relato del Sr. Ahmed Chouirdi.
    Saludos a todos/as mis paisanos/as.
    Alfonso Santamaría

  15. david ben dyan dice:

    Estimado Sergio,tengo una nueva direcion y por ella ya recibo tus maravillosos mensajes.Ruego borres la antigua que es «»»»» bdayelet@zahav.net.il «»»» La nueva direcion es «»» bdayelet@bezeqint.net «»» y por ella sigo al corriente de lo que publicas. Un abrazo David Bendayan

  16. David Bendayan dice:

    Querido Ahmed Chouidri ,soy David Bendayan y ante todo te quiero dar las gracias por haberme llevado de la mano desde la entrada del zoco chico hasta mi antigua casa en la calle de las Guebiba.
    Yo sali de larache hace casi 50 anos pero es imposible olvidar ni las calles ni nuestra maravillosa Larache.Me has hecho recordar cada rincon.Francamente no me acuerdo de ti como si lo hace mi hermano Amran.
    Hablaas de Jalifa Mustafa el comandante ,si no me equivoco un buen amigo que en los anos 63/64 estuvo destinado en Tanger.
    Tan solo puedo repetir «»muchas graciasa» por tu relato

    • Ahmed Chouirdi dice:

      Hola estimado amigo y antiguo vecino mio David Yo si me acuerdo de ti. Muchas veces nos habiamos intercambiado cuentos «TBOs» en nuestro callejon. Aquellos recuerdos tan queridos, los tengo guardados en mi mente y queria siempre destacarlos y pronunciarlos para poder compatirlos con nuestros larachenses. Muchas gracias a ti.
      Un abrazo

  17. Raquel dice:

    Excelente su relato Sr Chourdi, la verdad que estos cronistas larachenses cada día se esmeran mas en enseñarnos y recordarnos cosas de nuestra ciudad…..como siempre lo voy a compartir con mi madre y con todos aquellos que seguro recordaran muchos de estos sitios y personas……

    Mil gracias

    Raquel Moryoussef Fereres de Fhima

  18. Ahmed Chouirdi dice:

    Muchas gracias a ti, Raquel. Si no me equivoco, nos habiamos encontrado hace tiempo, en la antigua pàgina de HHHLOSDELARACHE, cuando me habias pedido llevar una vela y encenderla en Lalla Mennana de tu parte. Le agradezco muchisimo por tus nobles sentimientos.

  19. Joana dice:

    Sr. Ahmed Chouirdi ya no sé qué puedo decirle yo, pues le han dedicado tantos comentarios maravillosos y ciertos que solamente me resta agradecerle su hermosa forma de compartir con todos sus recuerdos y añoranzas de Larache.
    Cada vez que leo estos textos me hacen transportar a mi infancia y siento un profundo sentimiento que es difícil de explicar pero, que estoy segura, usted lo debe entender perfectamente. Es algo grande e incomparable!!
    Un cariñoso abrazo

  20. Ahmed Chouirdi dice:

    Muchisimas gracias a usted, Señora Joana. Para mi, es un modo de restacar del olvido muchas personalidades, muchos lugares y tantos acontecimientos en relación con nuestro querido pueblo..
    Un fuerte abrazo

  21. León dice:

    En la zona que describe Ahmed vivía un buen amigo mío Luis Chaves cuyo padre era carabinero y también Salvador Benguigui el fotografo . En esa zona estaba la Arrucea o Arucea. También cita a un chico que debe de ser el mismo que un amigo que yo tuve y en cuyas manos el barro se convertía en milagro, no me extraña que haya sido escultor. Lo fue desdes que nació, pues nunca vi a nadie con esa portentosa habilidad para transformar el barro. Enhorabuena por tu memoria Ahmed.

  22. Mercedes Muñoz- dice:

    Me siento muy emocionada al poder leer estos relatos tan apasionante donde se vivió una encantadora unión entre culturas y que siempre mi padre nos comentó al dejar esas tierras-
    He sentido un misterio en mi alma al pasar estos dos últimos veranos por esas calles del famoso barrio relatado y para mí siempre está impregnado en el misterio de lo que allí se pudo vivir-
    Al haber vivido en el barrio de Las Navas, no hice grandes recorridos en mi infancia por esas calles pero algunas de ellas estaban en mi mente e incluso sus olores-
    Espero volver de nuevo otro verano más y perderme en sus callejones .Gracias desde Canarias a estas dos personas ,, al autor y al portador de los escritos que nos hacen recrearnos con ellos- Un afectuoso saludo de Mercedes Muñoz

    En diciembre del 2012-

    • Ahmed Chouirdi dice:

      Muchisimas gracias , Mercedes y me alegro mucho que te haya gustado el relato. Esto es una buena manera de comunicarse con los de Larache e intercambiar recuerdos y nostalgias. Un cordial saludo

  23. Ahmed Chouirdi dice:

    Muchisimas gracias León. Chavez el carabinero era compañero de trabajo de mi padre en las aduanas del puerto. Un abrazo

  24. Nurita dice:

    Senor Ahmed Chouridi,
    Gracias por este maravilloso relato y al mismo tiempo relatado con tanta simpatia y recordando todos los nombres.
    Yo naci en Larache pero salimos cuando yo era joven y no recuerdo bien el barrio Guebibat . De todas formas me senti muy emocionada al leerlo.
    El cocherito lere !!! Quisiera ser tan alta como la luna !!! Aqui ya me saltaron las lagrimas pues si… me emocione muchisimo .
    Gracias por traernos estos recuerdos de nuestra infancia que nunca olvidaremos.
    Gracias a Sergio por este Blog extraordinario,
    Aprobecho esta ocacion para desear a todos una fiesta de Januka alegre .
    Un carinoso saludo desde Israel
    Nurita

  25. Ahmed Chouirdi dice:

    Muchas gracias a ti, señora Nurita Me siento alegre al compartir recuerdos tan bonitos y tan lindos, cumulados en nuestra memoria y en nuestro corazón. Cordiales saludos

  26. yebari abdellatif dice:

    hola paisanos ,ante todo os agradesco mucho por vuestr@s comentarios a nuestra ciudad larache ,saludos a tod@ l@s que han vivido en esta maravillosa ciudad y a l@s que todavia estan ahi,felis navidad a todo el mundo desde aqui de l,escala girona ,catalunya,que sean felisesssssssssssssss

  27. Ahmed Chouirdi dice:

    Muchas gracias, Abdellatif. Felices navidades. Creo que eres el hijo de nuestro amigo Abdeslàm Yebari el mecànico (?) Un abrazo

  28. CHOUIRDI MOUSTAPHA dice:

    TE AGRADEZCO DE CORAZON .PUES TUS RELATOS SON UN EXELENTE RECORRIDO POR LA HISTORIA MODERNA DE LARACHE
    MOUSTAPHA CHOUIRDI

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